Datos personales

martes, 29 de marzo de 2011

CARTA DEL FUTURO

Ayer por la mañana, al levantarme, encontré bajo mi puerta un sobre extraño el papel era grueso y gris, como una especie de "aleación" de papel y metal, no es rígido, no tiene estampilla pero mi nombre y dirección están claramente escritos, lo abrí con suma curiosidad al extender las hojas, me extrañó que la letra, escrita a mano, me era familiar, y todavía lo más sorprendente es la fecha y el contenido, el cual comparto con ustedes, pues parece ser el motivo por el cual fue escrita.

Estamos en el año 2070; acabo de cumplir los 50, pero mi apariencia es la de alguien de 85, tengo serios problemas renales porque bebo muy poca agua. Creo que no me queda mucho tiempo. Recuerdo cuando tenía 15 años: todo era muy diferente. Había muchos árboles en los parques, las casas tenían hermosos jardines y yo podía disfrutar de un baño de regadera hasta por una hora, ahora usamos toallas empapadas en aceite mineral para limpiar la piel; antes todas las mujeres lucían su hermosa cabellera; ahora debemos afeitarnos la cabeza para poder mantenerla limpia sin agua; antes mi padre lavaba el auto con el chorro de la manguera, los niños de ahora ni siquiera saben para que sirve una manguera.

Recuerdo que había muchos anuncios que decían "cuida el agua" aparecían en la radio, la televisión, periódicos pero nadie los tomaba en cuenta, pensábamos que el agua jamás se podía terminar, más ahora, todos los ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos están irreversiblemente contaminados o agotados; la cantidad de agua indicada como ideal para beber eran de ocho vasos al día por persona adulta, yo solo puedo beber medio vaso, la ropa es desechable, con lo que aumenta grandemente la cantidad de basura, hemos tenido que construir de nuevo letrinas, como en el siglo pasado.

Yo vivía en el desierto cuando niño pero nos mudamos por la falta de agua; al principio la llevaban de muy lejos en camiones cisterna, pero era muy costosa y solo los ricos podían pagarla; la gente de pocos recursos tomaba agua contaminada. Muchísimos murieron de infecciones gastrointestinales, enfermedades de la piel y de las vías urinarias. No hay industrias, ni talleres, por lo tanto hay desempleo. Las plantas desalinizadoras son de los pocos lugares para trabajar hoy, y muchos obreros prefieren recibir agua potable en vez de salario. Existen asaltos con el único propósito de apoderarse de bidones de agua. La tasa de mortalidad entre niños y ancianos es enorme a causa de problemas renales, deshidratación, enfermedades vírales e infecciosas, mis padres y dos de mis hijos ya no están conmigo por esas causas: murieron.

La comida es 80% sintética; la apariencia de la población es horrorosa, cuerpos desfallecidos, arrugados por la deshidratación, llenos de llagas en la piel por los rayos ultravioletas que no tienen la capa de ozono que los filtraban en la atmósfera. Por la sequedad de la piel una joven de 20 años está como si tuviera 40. Los científicos investigan, pero no hay solución posible, no se puede fabricar agua, el oxigeno también se ha degradado por falta de árboles lo que ha disminuido el coeficiente intelectual de las nuevas generaciones; se ha alterado la morfología del espermatozoide de muchos individuos, como consecuencia: niños con insuficiencias, mutaciones y deformaciones.

El gobierno incluso nos cobra por el aire que respiramos: 137 m3 por día por habitante adulto; la gente que no puede pagar es arrojada de las "zonas ventiladas" que están dotadas de gigantescos pulmones mecánicos que funcionan con energía solar, no es de buena calidad pero se puede respirar, la edad promedio es de 40 años.

En algunos países quedan manchas de vegetación con su respectivo que es fuertemente custodiado por el ejército, el agua se ha vuelto un tesoro muy codiciado, más que el oro o los diamantes, aquí en cambio, no hay árboles porque casi nunca llueve, y cuando llega a registrarse una precipitación es de lluvia ácida, las estaciones de año han sido severamente transformadas por las pruebas atómicas que se hicieron en el siglo XX, entre otras causas.

Se advirtió entonces que había que "cuidar el medio ambiente", cuando mi hija pide que le hable de cuando era joven le describo lo hermoso que eran los bosques, le hablo de la lluvia, de las flores, de lo agradable que era bañarse y poder pescar en los ríos y embalses, beber toda el agua que quisiera, lo saludable que era la gente; ella me pregunta:

Papá, ¿Por qué se acabó el agua?- Entonces, siento un nudo en la garganta, no puedo dejar de sentirme culpable, pertenezco a la generación del derroche, hasta apenas 25 años se nos advirtió "gota a gota, el agua se agota" y no quisimos tomarlo en serio. Ahora nuestros hijos pagan un alto precio, por favor, Cuidemos el agua y la energía, ¡hagámoslo por y para nuestros hijos!

El mensaje esta firmado… ¡por mi hijo!

Documento extraído de la revista biografía "Crónica de los Tiempos" de abril 2002.